Muchos de los productos de la compañía eran devueltos por daños; el origen del problema estaba en la placa troquelada corrugada. Cuando el embalaje se caía, las sierras se dañaban.
Veritiv creó una charola de embalaje que soportaba una prueba de caída de 36”, y además, se podría usar como charola de manipulación interna. Se construyó la sierra de manera parcial sobre la charola, y luego, se deslizó al interior de un contenedor. Luego creamos una charola de pulpa moldeada con las propiedades de amortiguación del foam, pero fabricada con materiales reciclados. La charola obtuvo buenos resultados en las pruebas de caída, y se adoptaron sus principios de ingeniería para el diseño de tres charolas adicionales.
Las pruebas e ideas de diseño de Veritiv dieron como resultado una importante disminución de daños en productos, y además la compañía logró ahorros de $75,000 USD en embalajes de productos. La solución de empaque además fue biodegradable y reciclable.